SWISS ARMY MAN
- lacamarasocial
- 10 dic 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 15 dic 2018
Dan Kwan, Daniel Scheinert (2016)
Los que conozcáis esta película, probablemente os preguntareis ¿Qué pinta aquí? pero llegaremos a ese punto más adelante, por ahora centrémonos en la historia.
Un viaje único protagonizado Hank (Paul Dano) un náufrago que que en sociedad era un “fracasado” porque nadie le quería y Manny (Daniel Radcliffe), un cadáver del que no sabemos nada pero resucita sin memoria con habilidades rocambolescas y con la curiosidad e inocencias típicas de un niño/a. En la lucha por sobrevivir Hank le enseñará a Manny, con lo que encuentra en el bosque las actividades que se hacen en sociedad, cómo ir de fiesta, en autobús,salir a cenar, etc. También le hablará de los sentimientos i prejuicios de los humanos, que es el amor, que es ser raro, que es un amigo, que se puede o no decir, entre muchas otras cosas. Manny, cómo un recién llegado al mundo, tiene ganas de descubrirlo nos regalará momentos muy divertidos intentando comprender y analizando desde una supuesta “inocencia” la sociedad humana y sus costumbres a medida que las descubra. Pero además de muerto, tiene muchas utilidades, se le puede usar de lancha, de cantimplora, de brújula, de encendedor, etc.
El punto de partida y la idea general son geniales, incluso podríamos decir que maravillosos, pero por desgracia, la película, que tiene un tono humorístico adecuado en general, cae, más veces de las que debería, en un humor infantilizado y escatólogico que estropea la estropea. Si bien hay escenas mágicas, muy elaboradas y divertidas, quedan desdibujadas a la que llega el el siguiente gag de “caca, culo, pedo pis”. Evidentemente el objetivo de los directores y guionistas era romper todas las normas sociales, pero podrían haberlo hecho de una manera mucho más madura y beneficiosa para el largometraje, que es perfecta en el resto de aspectos. En conjunto da la sensación de ser la obra de dos genios locos, con un mundo compartido sumamente elaborado y personal, que tratan de compartir parte de ese universo con el público, sin ningún tipo de filtro. Pero a veces los filtros son necesarios.Seguramente un tercer guionista, actuando de moderador, hubiese podido mejorar el resultado final, eliminando de la película escenas infantilizadas. Podemos decir sin temor a equivocarnos que la parte más intensa e interesante es el nudo, tanto la introducción cómo el desenlace decaen y pecan de infantiles en su desarrollo,
Aún así, es una película que merece ser vista, que nos hace reflexionar desde lo absurdo. Una característica muy poco común. Y es por eso que forma parte de la filmoteca de La Cámara Social, además de que parte de la reflexión satírica que hace, puede relacionarse con cómo tratamos como sociedad a las “personas en riesgo de exclusión”.El problema es que los temas que toca son demasiados y demasiado sutiles como para que hablemos de todos ellos. Por esto mismo hablaremos de un sólo punto central de reflexión/crítica. El absoluto control social al que estamos sometidos y sometemos a quienes nos rodean.. Durante toda la película se usan metáforas (más de una escatológica...) para criticarlo juntamente con el individualismo con el que vivimos actualmente. Los protagonistas se preguntan porque nos vemos obligados a ocultar ciertas partes de nuestro ser por miedo a ser “los raros” (porque existen los raros/frikis/etc.), a ocultar ciertas acciones/errores completamente humanas por miedo al rechazo, a actuar y vestir de cierto modo para ser aceptados por el resto de la sociedad, a escondernos para realizar ciertas actividades y luego alabar lo naturales y espontáneos que somos y los pocos tabúes que tenemos...
Todas estas preguntas que suscita la película, con más o menos elegancia, son universales. Todos nos las hemos hecho y nos las haremos, es por eso que nacieron corrientes ideológicas como el anarquismo, es por eso que hay gente que decide salir del sistema de convención social para vivir a su manera, es por eso que hay gente que lo deja todo para irse a viajar por el mundo sin vuelo de vuelta… Pero es la primera vez que nos invitan a esta reflexión del modo en que lo hace esta película. Cierto es, que la cinta no muestra ninguna realidad social concreta ni diferente, sin embargo critica a toda la sociedad en su conjunto, lo que nos permite abrir los ojos y ver lo intransigente y cruel que es con lo que no se ajusta a su medida. Y es esta intransigencia y crueldad la que, en muchos casos, genera conflicto social y personas “en riesgo de exclusión” y las criminaliza.
Podríamos extendernos mucho más, pero creemos que es mejor que veáis la película y la analicéis cada uno con vuestro punto de vista. Si sois capaces de tolerar sus defectos, os encantará. ¡Hasta la próxima!
Marc Alarcón, Rita Gisbert, Mar Grau y Noèlia Ruiz.

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